
Un lugar desconocido, qué más da, la vida le había comprado los pasajes de ida.
Al bajar, allí estaba ella.
- Te estaba esperando.
- Desde siempre.
Caminaron por aquel lugar. Pues ella también había llegado del mismo modo.
Algunos decían llamarle amor a aquel sitio.
Allí se habían encontrado ambos corazones para no separarse más. La vida le había otorgado el viaje del cual no se había pedido pasaje de regreso.
- No quiero volver.
- Quédate conmigo.
El tren emprendió el retorno. Sin pasajeros.
^^!
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