
Mis oídos sordos veían tu piel erizando la mía.
Un soplar en tus labios inspirando mis manos a escribir poesía. Mientras que entre mis palabras se derraman idealismos.
Invítame a soñarte. Procuraré luego despertar para ver tu sonrisa reflejar mi vida.
En el noveno, te amo. Te cantan mis ojos que buscan tus abrazos del amanecer.
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