
Entendí que la vida no sólo es blanco, negro o gris; sino que tiene muchos degradés que es necesario conocer y vivir.
Entendí que una lágrima puede acompañar una sonrisa, al alma, o un sentimiento compartido. Y entendí cuánto me significa el verla caer.
A veces, duele. Necesito fortaleza y valentía, entrega y pasión. Necesito no necesitar (no me gusta esa palabra), es un llamado a que hagan presencia las anteriores nombradas.
Aprendí cuán importante es decir lo que se siente; y te seré sincera, no podría ser más feliz de lo que soy a tu lado.
Sí, a veces me equivoco. A veces no sé decir lo que siento y me guardo. Y corro la cortina para que no pueda entrar luz, tu luz y me pierdo en esa oscuridad.
Pero, a veces también reconozco, y ahora reconozco un décimo quinto te amo.
--
Abrázame.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario