Y, ahí apareces tú..

En ese momento la vi sentada frente a mi, sentada en el andén con dirección contraria al mio.
Nunca me había detenido a mirarla, siendo que cada día hace el mismo viaje, y cada día espera este en ese mismo asiento.
Hoy, solo hoy, en esos segundos, en que esperas que pase luego el transporte.. deseé por un instante que este nunca llegase, para poder cruzar miradas, para poder decirle sin palabras quédate aquí conmigo..
En ese momento quisé correr como nunca antes lo había hecho, y perderme por las escaleras del cambio de andén para estar a su lado y viajar haciéndole compañia..
Quisé tantas cosas, creo muchas para el poco tiempo que a mi favor tenía, ella abordó, yo simplemente le dijé un adiós con mi mirada, y un beso al aire que jamás ella recibiría..
Di media vuelta para resignarme a esperar para irme, y ahí, frente a mi, parada en el andén del frente se encontraba ella, no había subido, me sonrió y me mostró su mano cerrada.
No entendía que era lo que con esto indicaba, y por sus gestos decidí cambiar de andén para saber que era lo que me mostraba, llegué a ella, me mostró su mano, la extendió y me dijó: Si lo recibí, aunque por la distancia solo logré contenerlo en mi mano..
No sabía como responder a aquello, ella solo me miró y con un cálido beso me hizó olvidar de la concurrencia del andén..
¿Cómo te llamas?
¿Acaso eso importa? Pregunta a la cual respondí con una simple sonrisa.
Volví a mi andén, a esperar mañana abordar en la misma dirección que ella.